miércoles, 22 de marzo de 2017

Carta abierta a Florencia Peña Saint Martin

Dra. Florencia Peña Saint Martin
Presente


Ha pasado mucho tiempo desde el año 2000, en que confiando en usted le brinde mi apoyo para que usted fuese Directora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Frente a los avatares siempre demostré que soy una persona leal y con valores. Firmé aquella épica carta en La Jornada pidiendo a Francisco Barriga se desistiera de mantener su candidatura y respetara la votación mayoritaria de la Escuela.

Alguno que firmó su carta en mi contra se me acercó en una ocasión pidiendo que firmara una carta donde se solicitaba la renuncia de Florencia Peña, porque era insostenible, me dijo la situación. Cosa que no hice precisamente porque me opongo a los linchamientos y a las tenebras y porque si algo tengo es que soy leal con mis amigos.

Cuando usted perdió la elección, porque el INAH le echó todo el aparato encima contra la candidatura de Sergio Sánchez, nosotros, Perfil Académico, los acogimos y los invitamos a participar con nosotros en nuestra organización y juntos, usted recordará, impulsamos el estudio del acoso laboral o Mobbing para desterrarlo de las prácticas tóxicas de la ENAH.

A pesar de que en 2008, usted en un berrinche de diferencias, nos redactó primero un volante que se distribuyó y luego se deslindó de él, en torno a la problemática de la licenciatura en historia, nosotros sostuvimos nuestra responsabilidad política de haberlo difundido con todas sus consecuencias. Y a pesar de todo, concedimos que en las páginas de La Libertad de la ENAH usted fuese deslindada de nuestra organización, ello ocurrió a su petición en el número 8 de la revista.

Pasarían muchos años antes de que haciendo frente leal con usted, apoyaramos su oposición a las administraciones de Francisco Ortiz y de Alejandro Villalobos, de manera leal y solidaria. He permitido personalmente que usted dirija muchas cosas y he participado con usted en muchas empresas conjuntas. No he coincidido en todo, pero mantuve una relación de amistad, lealtad y solidaridad. Me mantuve discretamente a distancia en sus críticas al Dr. José Luis Vera, respetando al menos con mi actitud su punto de vista sin compartirlo.

Con un solo acto, usted me demuestra que no era merecedora de tal valor. Usted ahora encabeza con quiénes pidieron su renuncia a la dirección en aquél momento, la petición de mi destitución como Vocal Seccional de Investigadores por el SNDTSC. Lo curioso es que todo el patrón de dicho intento de destitución encuadra perfectamente en lo que podemos definir como Mobbing. Usted ha demostrado con muy poca ética que es capaz de realizar Mobbing cuando sus intereses no se ven satisfechos.

 Lo hace porque no es capaz de respetar las diferencias políticas y porque usted se rige por una ausencia de normas que acomoda a su capricho. Ese sólo acto me demuestra que el valor de la lealtad y el honor, la honestidad no son virtudes que se encuentran en su acervo y que por el contrario usted ejerce la felonía en contra de quiénes le hemos apoyado y servido durante años. Le doy las gracias por haberme abierto los ojos y también por darme una explicación práctica de las razones por las cuáles muchas personas que han colaborado con usted se han terminado distanciando. También quiero dejar claro que desde el mes de septiembre, usted se ha constituido en una instigadora principal para hacerme Mobbing mediático con la finalidad de derribarme de la vocalía a través de correos electrónicos insidiosos en una red que oculta. Este asunto personal y profesional debería ser conocido por los investigadores que trabajan este problema. ¿Qué dirán de una personas que escribe sobre Mobbing y lo ejercita con uno de sus más cercanos colaboradores? Pero lo peor es el motivo indigno que le mueve. Usted ha intentado, la agarre con las manos en la masa, negociar con las autoridades personalmente y lo peor de todo para usted es que documentó sus acciones. Usted ha querido controlarme como Vocal y al no lograrlo, ha movido a un grupo de investigadores para destituirme, por fuera de las instancias de gobierno del sindicato. Curioso porque no lo logró, por no acatar la propia legalidad del sindicato.

Yo trataré en las instancias pertinentes mi defensa como sindicalista y como dirigente de la sección de investigadores. No me anima el deseo de mantenerme en el poder, sino sólo el deseo de que la verdad prevalezca y no se destruya la organización. Saldré sin duda, para evitar la destrucción de la organización en este conflicto, por esa razón. La falta de ética en su actuar me muestra y me alerta sobre el peligro que usted representa. Yo no firmé jamás en contra de usted, usando otros investigadores. En su momento si denuncié que usted tiene la práctica patronal de ir a la autoridad sin las instancias sindicales. Ese es un tema pendiente aún, que deben resolver instancias competentes.

La presente es una carta abierta, porque como cuando usted nos pidió que no la ligaran a Perfil Académico, ahora es de nuestro interés, que no nos liguen con usted.


Atentamente

Dr. Arturo Luis Alonzo Padilla