miércoles, 13 de enero de 2016

EMERGENCIA EN LA ENAH (3 de 3)

EMERGENCIA EN LA ENAH (3 de 3)

Las miopía y el analfabetismo funcional crónico por parte de los compas del INAH sobre el Derecho mexicano.

Parece increíble. Los sectores de trabajadores están más desorientados que Simbad el mareado. Mientras los investigadores firman a nivel nacional poderes cediéndole todo a un abogado para que les defienda, el liderazgo histórico de la D-II-IA-1 confía todo a los charros del SNTE y la sección X. Los charros conjurarían todos los peligros de "charrazo" y protegerían las condiciones generales de trabajo firmadas por el antecedente de esa delegación con el INAH. ¿Dónde se ha visto eso? Si chucha y sus calzonsotes...

Quizás menos confusos son los trabajadores de la D-III-24. Lo son porque por lo menos apuntan a la conformación de un sindicato nacional del INAH, lo que los hace tomar la vanguardia en la defensa de la libertad sindical y los derechos de los trabajadores. Sin embargo, tienen confusiones porque en lugar de lanzarse a un sindicato nacional y abrir la afiliación libre a todos los sectores del INAH, prefirieron replicar la D-III-24 en un sindicato sectorial en lugar de lanzarse por un sindicato nacional que represente a todos los sectores. ¿Quién se ofendería? Nadie, la quimera de los investigadores no debe perdonarse, hoy ellos corren un riesgo enorme al ponerse en manos de charros y abogados que en el peor de los escenarios pueden construirles un contrato de protección.

Un tercer Sindicato apoyado, se dice, por las altas autoridades y que es disidente de la D-III-24 jugaría con la FSTSE. El Sindicato Nacional de Trabajadores del INAH (SNTINAH), ya tiene el registro para el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Cultura.

Este últimos sindicato es el que tendría mayor visión en términos de derecho para constituir un sindicato nacional, el problema es lo que tendría atrás y el tipo de apoyo que estaría recibiendo.

Existe el mito entre los trabajadores del INAH que las Condiciones Generales de Trabajo  serán respetadas si se interponen demandas legales ante violaciones que no han ocurrido aún. Los investigadores y los arquitectos apuestan a los abogados, mientras que los administrativos apuestan a la organización y al registro de un nuevo sindicato. El problema de estos últimos es que sectorializan la organización, lo que la haría nacer trunca.

El argumento débil, en el plano político, es que desean una estrategia paulatina para no perder la organización que tienen ahora. Parecen no recordar que esos intentos paulatinos han sido un desastre en el pasado. Los administrativos no lograron jamás organizar después a los académicos a partir del STUNAM y perdieron la huelga. Se impusieron las Asociaciones del Personal Académico de la UNAM. APAAUNAM. O se hace de una vez todo o espera que el SNTINAH te lo haga completo. El sector gremial de INAH vive una verdadera emergencia.

La autoridad hará prevalecer los "derechos de Ley".

¿Qué significa exactamente esto? Que tus condiciones generales de trabajo pueden ser las peores del sector, dentro del marco de la Ley. Tovar y de Teresa ya habla de acabar con los usos y costumbres del sector educativo, lo que implica no que se bajarán el sueldo los honerosos funcionarios, sino que comenzarán a aplicar la misma política de golpeteo contra los maestros, pero ahora en el sector de la investigación. No a las plazas sin perfiles, nos dice, y la supuesta ineficaz transparencia que ha prevalecido. Es ya la amenaza para diseñarnos unas CGT al estilo de las peores, como la de la secretaría de Salubirdad y Asistencia, donde existen las peores condiciones. El agua ya nos llegó a los aparejos.

Se habla de que combatirá las duplicidades. ¿Qué pasará con la docencia en el INAH? ¿No es una duplicidad de funciones con la Secretaría de Educación? Pero en la ENAH no se ha promovido una sola discusión pública sobre lo que sucederá. El Comité de Investigadores discute el problema de la ENAH sin los maestros de la ENAH. ¿Pasará lo mismo en la ENCRyM o en la del Norte del país? 

Los antropólogos y su incapacidad política.

 La única respuesta a las presentes preocupaciones, que van dirigidas más a los trabajadores del INAH (Investigadores y ATM) sobre todo en la ENAH, curiosamente la daban los trabajadores que no son de base. Vallejo, un antropólogo que fue Jefe de Carrera de la Licenciatura en Antropología Social y posteriormente funcionario de bajo puesto en la Subdirección de Investigación respondía de manera muy confusa a los artículos que aquí se han expuesto, porque se refería el hecho de que en la defensa de la ENAH, los profesores de TC son o tienen que ser la columna vertebral de la defensa de la Escuela, diciendo que son lo peor de la ENAH, ¿QUIÉNES SON LO MEJOR DE LA ENAH?

La respuesta no deja de ser curiosa, pues salieron a flote los resentimientos de un pequeño sector con razón pero también sin ella, sobre una situación de emergencia en nuestra Escuela, el diálogo, si se le puede hablar así, con esa posición se dio en el sitio ENAH contra el acoso, donde afloraron muchas de las cosas que ese sector les dice a los estudiantes contra los profesores de Tiempo Completo.

En el debate abierto no han podido demasiado porque el uso de juicios y calificaciones categóricas son siempre falsedades muy fáciles de desarmar. Hay malos profesores de TC, los hay, pero también los hay en los profesores de HSM, así como hay buenos estudiantes y malos estudiantes. El problema de esas visiones es que construyen visiones maniqueístas y mecánicas donde se ponen buenos y malos de una manera extrema. Hoy eso es lo menos que necesita la ENAH. No necesitamos discursos ramplones que dividen y contrapuntean en el peor de los momentos.

Mi preocupación no es salvar de alguien a la ENAH. Mi preocupación es como poder asumir juntos la tarea de defender la libertad de la ENAH, frente a cambios sustanciales que vienen desde el poder de a verdad y no de los conflictos personales que tienen algunos dentro de la comunidad. Es curioso que afloraran en este diálogo quiénes defienden que la ENAH sea un picadero y una cantina, quienes están indignados contra quiénes trabajamos por la elevación de la calidad y el quehacer de la escuela.

Las cosas no dependen de mi, sino de la reacción y la discusión entre los actores de la escuela, yo sólo pongo el dedo en el renglón, pues no soy partidario del sálvese quién pueda. O se discute lo que viene, o luego no salgan las lamentaciones después.